lunes, 18 de agosto de 2014

Indígenas de montaña se unen contra cambio climático

CST01283PHI
Chris Stowers/Panos
Campesinos de 25 comunidades indígenas de montaña de diez países compartirán sus conocimientos tradicionales que puedan ayudarlos a mitigar el cambio climático y presionar ante los gobiernos para un mayor reconocimiento de su única sabiduría.
La Red Internacional de los Pueblos Indígenas de Montaña fue conformada durante un taller realizado en Bután la semana pasada (26 de mayo a 1 de junio), que incluyó a representantes de Bután, China, India, Kirguistán, Papúa Nueva Guinea, Perú, Filipinas, Taiwán, Tayikistán y Tailandia.
Las comunidades de Bután, China y Perú ya habían acordado intercambiar semillas durante una reunión realizada anteriormente en Perú (26 de abril al 2 de mayo). El acuerdo ha sido ampliado ahora a otros miembros durante esta reciente reunión.
Según los campesinos, esta red permitirá que sus comunidades tengan acceso a nuevas variedades de semillas más resistentes a plagas y sequías; los ayudará a aumentar su diversidad de cultivos y reducirá su dependencia de las grandes corporaciones poseedoras de semillas.
Indígenas de montaña se unen contra cambio climático_“Aprender de las experiencias y estrategias de otras comunidades agrícolas —que se basan en sistemas de conocimiento local— a través de esta red reafirma las creencias de los pueblos y la fe en sus propios sistemas, valores y conocimiento tradicional”, subraya Reetu Sogani, activista que trabaja en el proyecto Innovación para la Resiliencia de los Pequeños Productores, del Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo, uno de los participantes del taller.
La reunión también emitió la Declaración de Bután sobre el Cambio Climático y los Pueblos Indígenas de Montaña. En ella se exhorta a los gobiernos a adoptar medidas de adaptación al cambio climático basadas en el conocimiento tradicional; promover las lenguas indígenas; y tender puentes entre el conocimiento local y el científico para crear soluciones efectivas para la conservación, la seguridad alimentaria y la adaptación climática.
“Los ambientes de montaña se caracterizan por sus extremas condiciones naturales que se ven exacerbadas por los cambios en el clima”,  refiere Krystyna Swiderska, investigadora principal del IIED, que coorganizó el taller de Bután.
Swiderska dice que la mayor parte del financiamiento para adaptación jamás llega a las comunidades o se encamina al desarrollo de soluciones de alta tecnología, que pueden reemplazar el conocimiento y la diversidad de cultivos locales, socavando así la capacidad adaptativa de la comunidad a más largo plazo.
El informe del V Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) también reconoce el papel y el valor del conocimiento local y tradicional en la adaptación del cambio climático, señalando que por lo general dicho conocimiento no se incluye en la planificación de la adaptación.
Las comunidades miembros ya han comenzado un programa de intercambio de semilla con el Parque de la Papa, de Perú, una iniciativa de conservación en la que los pobladores indígenas protegen las variedades tradicionales de semillas y el conocimiento agrícola.
El programa se enfocará inicialmente en el intercambio de papas entre las comunidades de montaña de Bután, China y Perú, con apoyo de científicos del Centro Internacional de la Papa (CIP), usando materiales in vitro -en lugar de semillas- para producir nuevas variedades de papa que sean más productivas y más resistentes a las condiciones locales, explica Swiderska.
Manohara Khadka, especialista en género del Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de Montaña, con sede en Katmandú, señala que “los formuladores de políticas locales han fallado al no reconocer y conservar el conocimiento tradicional  en agricultura y adaptación de los pueblos de montaña”.
Agrega que otros factores que han llevado a la pérdida del conocimiento tradicional son la desaparición de lenguas indígenas, que no siempre se enseñan en los colegios, el abandono de la agricultura por parte de los jóvenes y la migración a las ciudades.
“Esta red es una buena iniciativa para cerrar la brecha de conocimientos y abordar problemas similares de comunidades de montañas que comparten las mismas condiciones ecológicas, altitud y sistemas agrícolas”, indica Khadka.
Fuente: http://redendefensadelmaiz.net/ 

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